Mi vida es un templo de ocultadas cosas
donde el epicentro es mi única verdad,
donde las flores fueron solo venenosas
y las emociones raíces en mi intimidad.
No hubo tiempo para palabras amorosas
para que mis pupilas no tuvieran humedad,
solo fui acunando las penas más dolorosas
que fueron lacerando a toda mi humanidad.
Mi sombra es una estatua que aquí a mi lado
se petrificó como dentro de mí el pecado
que las horas al pasar dejaron en el ayer.
Y yo que también forme parte de ese viaje
con mi memoria llevando solo el equipaje
fui llevando solo aquello que yo quería ver.