Edwin Acosta Pena

En la penumbra.

 

Ambos, los dos,

unión y misterio

en la penumbra,

imágenes de instantes;

y tú, cada vez más desnuda,

un acertijo,

una espalda quebrada

y unos muslos que escapan…

Diosa de mis sueños

tan excitantes,

rosa repetible

de una historia sin rastro,

nuevamente a solas

tus pechos en los míos

una sola estructura…

Momento inesperado,

vigor en la entrega

y los besos esfumados

que nos llegan,

estela solitaria vagando

en el fondo del océano.

©.