Miré al cielo para preguntarle a la luna:
¿Hay algo que desees?
Miré al cielo para preguntarle al sol:
¿Qué es lo que quieres?
Miré a una planta y le dije:
¿En qué piensas?
Miré a un pajarito azul y le pregunté:
¿Qué quieres hacer con tu vida?
Toqué el césped y le dije:
¿Cuál es tu objetivo?
Ninguno me respondió.
Pero, ¿cómo puedo saber que no me escucharon?
¿Cómo puedo saber que no me entendieron?
¿Cómo puedo saber que no piensan?
¿Cómo puedo saber que no sienten amor, tristeza, y felicidad?
Para el molesto que me tacha de loco:
Intenta hablar con un mudo.
¿Acaso él no piensa?
Quizás la naturaleza es muda.
Quizás no le apetece hablar.
Quizás no puede hablar,
pero piensa, siente, ama, y quiere.