Cuento Corto: El Inocente Disparo
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
-¨La vida es tan inocua, ¿verdad, cariño…?¨-,
-¨No amor, a la verdad que es muy amarga…¨-,
-¨Yo creo que es el temor de vivir bien…¨-,
-¨Yo creo que es morir en vida…¨-,
El hombre se va a trabajar a la hacienda de Don Petro como un peón con trabajo arduo y con machete en mano…
El hombre sigue insistiendo que la vida es inocua, pero, no es muy amarga como dicen por ahí…
El hombre que está a punto de ver y de observar algo extraño en la hacienda de Don Petro, se siente como el peón más miserable cuando escucha hablar a otros peones que desean marcharse de la hacienda en busca de mejor porvenir…
El peón Roberto se siente débil y conmísero, pero, muy fuerte en laborar como peón en la hacienda de Don Petro…
El peón Roberto se dirige a hablar con Don Petro y le dice que…
-¨Don Petro dicen los peones que se van a ir de la hacienda por mejor paga y mejor porvenir…¨-,
Don Petro es un viejo hacendado, ambicioso, codicioso y lleno de ávido porvenir. Él no desea que sus trabajadores se marchen a otras haciendas después que los pulió como peones. Él no desea pagar más ni perder a sus trabajadores y le dice al peón Roberto que…
-¨Oiga Roberto, ¿usted también se marcharía de mi hacienda…?¨-,
El peón Roberto con cara indiferente le dice que…
-¨La vida es inocua, pero, si pagan más me iré…¨-,
La noche es impetuosa, intransigente, dolorosa, abatida y malherida cuando Don Petro en su despacho y en su escritorio tiene un arma letal y mortal perpetrando la osadía más absurda de toda su vida. Don Petro tomó el arma del buró cerrado en la noche apaciguada, adolorida, insípida y dejó una huella intacta de sangre sobre el escritorio. Don Petro en el afán de la codicia y la ambición en retener a sus empleados sacó valor, tuvo virtud, valentía, gallardía y con un ímpetu sosegado, templado y amargo como es la vida cayó en redención en un tiempo inocuo, pero, muy verdadero. Don Petro tomó el arma y se la llevó a la sien. Don Petro petrificando el momento y la manera de ver el cielo como el infierno quedó mortalmente herido con un inocente disparo en su sien derecha dejando la codicia y la ambición en un instante rezagado. El inocente disparo cayó como cae el cielo de cristal llevando a los cristales rotos en una herida mortal como lo fue aquel inocente disparo que sucumbió y Don Petro mató a su peor enemigo: la ambición.
FIN