\"El mal de la mente\"
¡Y la mente! Que ciega manuscribe
como dueña, relatos tan infames...
vertiendo los delitos que no vive;
respira pesares.
¡Cuántas penas llevadas al castigo!
Y el castigo, se ceba con la plebe
es la plebe, quien llora por la pena;
solo a quien condena.
¿Quién se libra? De hazañas tan abyectas
que por leyes castigan algo bueno...
El pecado que Dios ha perdonado…
¡Ha resucitado!