Navego en este velero
sin un rumbo, noche y día
Océanos de silencio
puertos que no se divisan.
Velero cual mariposa
sus blancas alas ceñidas
a mástiles de nostalgia
heredados de otras vidas.
Simple cascara de nuez
sobre las aguas bravías
corazón que se estremece
en su viaje a la deriva.
Aguas de un azul profundo
dócil velero que inclina
intentado resistir
la borrasca que le agita.
Sol que asoma lentamente
tenues rayos que se avistan
más es solo una ilusión
para alargar la agonía.
Mi velero solitario
hecho de luna y poesía
guiado por las estrellas
en ingrata travesía.
Solo queda navegar
sobre corrientes esquivas
abrazando la esperanza
celebrando cada día.
Autor. Alexandra 6/4/2025