Un día.
De repente vendrá ese día
que sin posibilidad de revertir mi realidad
de ti estaré simplemente lejos.
Un día
habrá esa necesidad de amarrarse a esas lágrimas
de enfrentar la sombra de la soledad
de buscar los fragmentos de todos nuestros sueños.
Será el tiempo
el que tal vez vaya borrando las huellas.
El que irá calmando al verdadero dolor
en especial que lacera cuando va por dentro.
Será un verso
el que compaginará las letras
que irá dictando tembloroso el alma
de saber cuál es la enfermedad por la que está muriendo.
Un día
que solo develara como la misma tristeza
golpeará como las olas mismas del mar bravío
que son empujadas por la furia invisible del viento.
Apenas será un día
que me iré de ti para siempre.
Y tú que vendrás a buscarme
para que no me lleven por siempre tus recuerdos...