Anita milanesa

Permíteme

Permíteme

Permíteme despojarte de tus enojos

Déjame ser el cambio que vean tus ojos

Pues en mi mano, de claveles hay un manojo.

 

Seré quien tus vacíos despida

Quien alegre tus noches y comprenda tus días

Aquel lucero que te guía, entre la oscuridad de la vida.

 

Me aferrare a tu imagen fuertemente

Aunque esta se solo un delirio de mi mente

Esperare fervientemente tu visita

A la tierra del olvido

Y mi corazón aguardara dormido

por si encuentras el camino que dicta el destino.

 

¡Permíteme ser tu musa elegida!

No aquella que despierte tus deseos lascivos, sino versos dormidos

Y al ritmo de mis latidos, dancemos entre olivos...