Ed-win
Parecía poseída
Mi madre se la pasaba genial bebiendo y bailando.
Estaba llena de vida y energía, lo que la convirtió en el centro de atención de la fiesta.
Pero de pronto, un rayo golpeó cerca de ella, y su mirada de inmediato cambió, se quedó quieta y en silencio, con
una expresión de miedo.
Como si algo la invadiera, estaba asustada y horrorizaba, empezó a gritar; alcanzó a pronunciar dos palabras con
una voz débil, casi inaudible. \"Algo viene\", decía.
Ella veía luces, más bien una lluvia de estrellas, acompañadas de un intenso calor, que la hacía sentir que se
quemaba en llamas.
Inmediatamente, se desplomó, temblaba y se retorcía. Imaginaba que el velo negro que cubría toda su cabeza la
confundía y no podía encontrar equilibrio, perdiendo contacto con la realidad.
Ella no sabía qué hacer, su cuerpo se movía sin sentido, y su mirada estaba perdida, flotando en un vacío tan
oscuro como una noche sin luna y sin estrellas, lo que la dejaba muy frágil en un espacio tan pequeño que solo su
imaginación podía llenar.