EDGARDO

Una noche de vino

Una noche de vino

En la noche serena, bajo el manto estrellado,
tu sonrisa ilumina, un rincón encantado.
Tus ojos, dos faroles que guían el camino,
tu esencia, un susurro del más dulce destino.

Con manos que abrazan la copa del momento,
eres arte y poesía en cada fragmento.
Tu presencia transforma lo simple en divino,
y el tiempo se detiene al verte, tan genuino.

Eres brisa que calma, eres fuego que arde,
un refugio de paz en este mundo cobarde.
Tu risa es melodía, tu mirar es canción,
y en tu ser se dibuja la más pura emoción.

Esta noche te honro con versos sinceros,
pues eres musa y magia en sueños eternos.
Que siempre brille en ti esa luz tan hermosa,
como el perfume eterno de una flor preciosa.