Payaso de poca entraña,
gritas más que un trovador,
pero en tu carpa te engaña
tu reflejo sin honor.
Tiras verso como un loco,
te aplauden los que no piensan,
pero tu arte es tan poco
que hasta tus musas te tensan.
Con sombrero de cartón
y discursos reciclados,
vas presumiendo ocasión
como actor de los frustrados.
Hablas mucho y nada dices,
te disfrazas de campeón,
pero en letras de deslices
como circo sin león.
Tus insultos mal rimados
son el pan de cada día,
te ves fuerte entre asustados
y en valientes… solo harías risa.