IMPOTENCIA ANTE LA BURLA
No por mucho madrugar
la noche está más lejana,
ni por dormirse temprano
se apresura la mañana.
Y si tocan las campanas
no es que estén llamando a misa,
son cencerros que sin ganas
llevan los bueyes de prisa.
Y si mis manos vacías
han dejado de tocarte
debo de serte muy franco...
ya no tienes mis caricias
porque me he quedado manco
y no debes de burlarte.
Mas si lo haces no me enojo
soy un manquito... ¡Y no cojo!
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