Asel

Carta de amor

Aun cuando pase el tiempo

y los años toquen a nuestra puerta.

Aun cuando las hojas otoñales

caigan presurosas sobre nuestras cabezas.

Aun cuando a nuestros ojos

los nuble el pasar de los días,

siempre pensaré en ti,

como en aquella primera tarde que te vi

 

Aun cuando las flores de nuestra primavera

se marchiten y su color pierdan.

Aun cuando el viento presuroso

se lleve entre sus manos nuestros sueños.

Aun cuando el cielo azul se oscurezca y nos diga,

“se están haciendo viejos”,

siempre pensaré en ti

como la flor de mi jardín que nunca se marchita.

 

Aun cuando el ave remonte el vuelo

para nunca más volver a nuestro mundo.

Aun cuando el sol deje de brillar

y su calor ya no nos ofrezca.

Aun cuando pase el tiempo

y entre mis brazos no te tenga.

Siempre te diré sin cansarme,

te amo, mi reina hermosa y fresca…

 

Miguel Ángel González Acosta

               (Asel)