Existe una resaca imperceptible
Una que se posa en los huesos y horada su materia
Existe un castigo que se prolonga en el tiempo
Suerte de fantasmas cazados por dolor
Una voz se oculta ante la presencia de la luz
Una voz se pone tensa si debe reconocer su propio error
No hay arrepentimiento ni perdón
Se oye un quejido y suponemos placer
La luz busca buenas compañías
Que la voz masculina sea fuego moderado
Que cada quien posea herramientas para sortear la vida
Porque hay que saber llegar
También expone la certeza de la insatisfacción
Recordando la reconstrucción de la herida
Cuánto control se pierde en un chasquido
Cuánto se desagran las manos
Si siempre existe algo más allá en todos los aspectos cotidianos
Si siempre habrá alguien picando su memoria
Hasta el final donde todo se aparente vacío
Hasta el dolor umbilical