Mi sol diamante se ha expandido por esta casa.
Me busco un norte, algún consuelo que se me escapa.
Miradme enfrente siempre resuelto a caer de nuevo
sin esperanza. Yo qué más puedo
aquí tan solo en la misma etapa.
No soy de nadie, repito en vano cada mañana.
Siguiente al vértigo tal vez un trance
habrá dejarme el agujero para que salga.