Aleranra

Para mi corazón sangrante

Qué fácil fue olvidarte de mí,
qué fácil fue para ti el decirnos adiós,
con una indiferencia abismal
que me congeló el alma y la pasión.

Tanto te quise, tanto me ilusioné,
que ya han pasado varios años
y se me estruja el cuerpo y la piel,
el corazón y la mente con tu desdén.

Qué poco te importé, tan poca cosa fui para ti,
una marioneta para tu placer,
un juego infantil de tu capricho de hombre.
Me tomaste solo para usarme;

yo que te vi ingenuo y amé a tu niño,
yo que lo perdí todo y tú ganaste mis besos.
Cómo me duele todavía,
hundida estoy sin amar.

Absurdo me resulta el buscar amor,
parece que se extinguió en tu cuerpo.
Te extraño, y aún en medio de mis reproches y mi dolor,
lo hago porque sentí quererte de verdad,

con la fuerza e ímpetu de mi pecho,
de mi pubis ardiente que explotaba ante tu tacto,
tus labios carnosos que disfruté amar.

Pero qué cruel es la vida y el infortunio:
eras mi verdugo, el verdugo de mi ilusión,
del mundo de estrellas falsas que forjé,
y sangra mi corazón.

Hoy se apaga mi vida como astro moribundo,
porque no encuentra amor
y en el camino olvidé cómo darlo.

Al amor que no se encuentra,
porque se escapó contigo
entre falsas coplas y en amargos versos.