Siento que el pecho me arde como fuego
buscando dar sentido a nuestra vida
te alejas y me dejas mi alma herida
perdiendo yo la calma y el sosiego.
En tu exiguo recuerdo yo navego,
teniendo la esperanza ya perdida
resignando mi vida a tu partida,
sumido en un feroz desasosiego.
Camino vagabundo entre la niebla
no tengo ya la luz de tu mirada,
andando errante a la desesperada.
Echo en falta el reflejo de tus ojos
arrastrando mis pies por los rastrojos
y dejándome el alma en las tinieblas.