Si ser feliz es la meta,
cuántos la habrán conquistado,
si todos hemos llorado
detrás de nuestra careta;
abunda gente violenta,
el mundo, lo han destrozado;
los milenios, qué han dejado
sino una herida sangrienta;
aumentan los homicidios,
los robos y la invasión
a la sacra intimidad;
ay, cuántos años perdidos,
no ayudar de corazón
y rechazar la verdad...