“En la vastedad del espacio y en la inmensidad del tiempo,
mi alegría es compartir un planeta y una época contigo”
—Carl Sagan.
No hubo principio ni fin,
siempre estuvo ahí,
como el tiempo…
Este amor, ardiendo
en mis entrañas,
como una llama perpetua,
avivada por tu aliento.
Tus manos tejen galaxias
bajo mi almohada
y constelaciones
sobre la cama
en que duermo.
¿Quién, sino Dios,
para gentil encuentro?
Quizás tú y yo
seamos una pintura
sobre el lienzo
del universo.
El eco del pulso
de otro mundo
reverberando
en nuestros cuerpos.
—Felicio Flores.