Danza el verso prisionero,
y no sabe, que su música viene de adentro.
Estaba en el aire de tiempo rígido
y el mundo frío le congeló la piel…
Danza el verso prisionero,
y no sabe de los dóciles ojos llorosos
ni de los abriles sin ninguna primavera.
El amor vibra, pero sin ruido…
¡Son las huellas del destino!,
cementos en la mirada
y sigue el tiempo frío.
Reclusa las miradas al amanecer,
sordo el viento, y mudo también…
Danza el verso prisionero
y sólo sabe, que afuera hay un desierto
donde se cantan las furias desde adentro,
el reposo es duro y pasajero…
Danza el verso prisionero
sin saber, que se ha detenido un alma
entre bullas y claustros apagados,
solo danza el verso, cada vez de más lejos.
©.