Desconocida
Siempre te escribí sin saber si algún día existirías más allá de mis palabras, pero aquí sigues, intacta en cada letra, en cada suspiro que dejo entre líneas. Eres la dueña de mis versos, la sombra detrás de cada historia, la ausencia más presente en todo lo que imagino. No sé si algún día te encontraré fuera del papel, si tus ojos serán como los he soñado o si tu risa sonará como la he descrito mil veces, pero mientras tanto, sigues siendo mi más hermosa ficción, el amor que inventé para no sentirme solo y la certeza de que, aunque solo seas tinta y pensamiento, siempre serás mí inspiración.
Aún no sé quién eres, pero te he imaginado tantas veces que casi puedo tocarte en mis pensamientos. Te he escrito en mis noches de insomnio, en cada papel arrugado que ha guardado mi anhelo de encontrarte. Eres la sombra detrás de cada verso, el sonido en cada historia que invento para llenar el vacío que dejas sinhaber llegado.
A veces creo verte en los ojos de una desconocida que pasa, en la melodía de una canción que me hace cerrar los ojos y sonreír sin razón. No sé cómo suena tu voz, pero la he escuchado en mis sueños. No sé cómo es tu risa, pero estoy seguro de que cuando la escuché, sabré que es la tuya. Porque hay cosas que no necesitan explicación, solo reconocimiento, como si mi alma ya supiera a quién está dirigido mis palabras.
Te he sentido en la brisa que acaricia mi rostro, en la lluvia que cae suave sobre la tierra y la llena de vida. Algo en el universo me dice que existes, que en algún rincón del mundo caminas sin saber que alguien te escribe desde la distancia, que alguien deja en cada palabra un rastro que, tal vez, un día te guíe hasta mí.
No sé si llegarás de repente, como un relámpago iluminando mi mundo en un instante, o si aparecerás poco a poco, deslizándote entre mis días hasta volverte imprescindible. Lo único que sé es que cuando llegues, todo lo que he escrito tendrá sentido. Cada historia, cada verso, cada línea sin terminar será el eco de este momento en el que aún no sé tu nombre, pero ya sé que te espero.
Así que seguiré escribiendo, dejando pistas en el viento, confiando en que, de alguna forma, mis palabras te encuentren primero. Y cuando finalmente te mire a los ojos, sabré que siempre fuiste tú.