Curandera mi alma
que resiste abates de colera y soledad
que con solo una sonrisa rompes esquemas y sanas heridas
sueñas lujuriosa en la cima abrazando el aire jazmín
que a pesar de ser frío,
te saboreas,
disfrutando de su calido aroma que sientes sin esperar razón,
no eres dueña de ti, ni de nadie,
pero gozas el aire,
y de la piedra fria, aprovechar el diamante,
nada te embrutece a pesar de soportar pesadeces,
y vuelves a sonreir sin importar dolor,
aunque éste sea quien carcome tu cien y te enfría en momentos tu amor,
sigues como curandera sanando lo tuyo, y lo que no era.
Sigues altiva con dolor en tu espalda,
sigues amando a pesar de tener un ápice de corazón,
te aferras a la esperanza, que casiturna no te ve, pero te alcanza.
Curandera mi alma, que ve verde pasto y dulce agua en el secano decierto,
oasis de primavera en cultivo forestal
calidez en tempano de hielo y frescura otoñal.
Curandera mi alma,
te sigues oprimiendo para ver resultado final,
aunque el descanso se aleje
basta con solo respirar
y luego ves en aquellas miradas inocentes,
la luz que necesitas abrazar.
Curandera mi alma
sana desde adentro para poder continuar,
lo necesitas más que ayer
más que nada y sin nada que temer,
porque curandera mi alma
se quiere embellecer
de arte y de sano poder.