Que bella es la lluvia fría,
que ruidosa y elegantemente
Ahoga mis gritos decadentes.
Que bella es tu mirada congelada,
que bellos son tus labios
ya secos, fríos y rotos;
que yo no supe hasta ahora
ayer era la última vez
que los vería rojos amapola.
Que bellas son tus frías manos
que hasta hace unas horas me camelaron
que bellos son tus pálidos brazos
que hasta hace unas horas
con calor me han abrazado.
Que fría es la lluvia bella
que sin tener en mente mi sufrir,
mi pena;
y mis ganas de morir,
se va y me deja, me deja solo;
solo con el sol despreocupado,
el sol que hará crecer el árbol
que hoy con tristeza planté a tu lado.