… Una pena entristece al corazón,
Atado a los recuerdos de un pasado…
syglesias
Presenta
Del ciclo de la Vida en Parejas…
Es momento de acercarse con la verdad en los labios – De la vida:
“A veces, la vida, dice, se puede perdonar, por amor,
Pero, olvidar, por amar, sin ser amado, nunca. ”
Es el momento, ahora, que te acerques a mí,
Para que, sentados a la mesa, conversemos,
De ti como de mí, con la verdad en los labios,
Sin guardar nada, pese a ello, haya, lágrimas,
Mirémonos, sostengamos las miradas, sin miedo,
Que la vergüenza, quede hoy a un lado, hay razón,
Para tomarnos, un instante, para evaluar lo ocurrido,
Y aplicar, juntos, lo aprendido, por nuestros, errores,
Espera, te sudan las manos al quedarte en silencio,
Cuál es tu temor, que salga y vea la luz, esa verdad,
Que siempre he sabido y has creído fue un secreto,
No evites poder escucharme antes de querer hablar,
El olvido, haciendo blanco de mentes, no te exime,
De alguna, culpa, sí de ser, asúmelo, con valentía,
Deja el temor, que por un amor, nadie se muere,
Si el cuero en entrega se ha curtido en oscuridad,
No es tarde aún para lograr, asumir, reconociendo,
Siendo, mucho peor que pretendas seguir negando,
Con la cabeza calladamente, no sabes cuánto, duele,
Oírte, repitiendo tantas falacias hasta, sean, verdad,
Yo, que te amé con tanta, nacida y blanca, ilusión,
No merezco, que destruyas, con medias, palabras,
Cualquier, posibilidad que exista para un perdón,
Aunque dadas las circunstancias, no pueda olvidar,
Cuanta, dulzura, veo y siento, diluyéndose,
Con sentimientos, que dentro me golpean,
Pero que no dejaré que la veas en mi rostro,
La falta de sinceridad, hace estar muy dolido,
No imaginas la tristeza, que me motivas,
Enmudeciéndome, hoy la vida, frente a ti,
Que no sé, notando con pena tu presencia,
Salir a llorar en un rincón o junto, contigo,
Lo que sí, puedo alegarte en lo adelante,
Que las próximas poesías que escriba,
Dejarán de ser con azul de optimismo,
Plasmándolas con negro de dolor y olvido,
Con el mismo dolor y olvido, sentimental,
Conque, tranquila, has dado a entender,
Que aquí el equivocado, he sido, Yo,
Dejándome a propósito en la soledad,
La cual, asumo con la moral en alto,
Y honradez intachable, muy grande,
En contrario de la que Tú has colgado,
A tu pared del cuarto al cerrar la puerta,
No juzgo a las personas por sus errores,
Pero, reconozco, deben pagar por ellos,
Aunque verlos sufrir se agüen los ojos,
A falta de tu lágrima con una lágrima mía.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 01/04/2025 8:30 P.M.