Hace días que te llevo,
como un perfume
junto a mi pecho.
A decir verdad, no pensé
llegar a pensar en ti.
Y si tengo que admitirlo
en éstas letras, pues sí
lo acepto, te echo de menos.
Por qué. No lo se.
Hay noches que despierto por la madrugada sin razón y eres lo primero que traspasa mis pensamientos.
Lo más irónico es que te llamo,
sin decir palabra
y que, me he obligado
a no dejarme llevar por lo que siento.
Durante el día, anestesio
de mil formas el anhelo.
Debo decirme \"no\" al primer vestigio de ensoñación.
Además, quizá es sólo producto de mi tonta imaginación.
Sí, porque así me siento, como una tonta solita con su ilusión.
Pero sé que no lo soy.
Soy consciente de que ésto es sólo producto
del ego que busca saciar
su apetito.
Y no quiero...
No quiero que él
interfiera en ésto.
Si he de amarlo, si la vida,
el universo, el destino o Dios,
permiten que ésto suceda entre los dos
y que, precisamente, el ego no sea un maldito impedimento, que así sea.
Por lo pronto, aguardo...
Silente, viendo a las estrellas,
contándole a la luna mis sueños,
cantando y escribiendo
lo que me dicta la musa al oído.
Moviéndome por la vida.
Sin buscar nada.
Sin expectativas o ansias.
Haciendo lo necesario para curar mis heridas.
Porque quiero estar bien
por mi y para él.
Diana Janeth Reyes Diaz.
(Diana Reydz)
09/04/25
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