Sergio Enrique Varela

Ajeno

Déjame verte un momento,

ajeno al tiempo,

que sea eterno.

No más llanto dentro

en silencio.

Veo una luz adelante,

espeluznante

constante,

me adentro en aguas desconocidas

e inclementes,

me llenan de ideas punzantes,

incomodas.

Mi cordura se agota, 

mis manos, temblorosas,

mi rostro, exhausto.