pasaba

Escríbeme

Escríbeme y cuéntame la historia de un árbol cuyos  frutos eran perlas negras que se abrían por la noche, escríbeme para explicarme la belleza de un jardín al amanecer.

Escríbeme una vez más y recuérdame el color de las granadas y el sabor de una higuera en flor.

Escríbeme para soñar con ese sol lejano aquel de una tierra de miel.

Escríbeme, haz que los océanos tiemblen.

Anda  poeta coge tu pluma y escríbeme mil besos.

 

P. Sabag, palabras escapándose