tú,y lo que llamaste \"tonto\"
Tonto.
Así le dijeron una vez:
\"¿Cómo no se dio cuenta?\"
\"¿Cómo permitió eso?\"
\"Yo, en su lugar, me hubiera ido.\"
Tonto... tonto...
Así lo llamaron una y otra vez.
Así lo llamaron porque no entendieron,
no conocieron sus sombras,
no escucharon sus llantos,
no vivieron en su infierno.
No entendieron que fue atada
con vendas disfrazadas de abrazos,
de besos que sedaban con cloroformo,
con palabras embriagadas de veneno
que adormecían la voluntad,
que le amputaban el albedrío
con sonrisas dulces,
con lágrimas ensayadas
que terminaban señalándola a ella.
Y ella, ingenua…
¡Oh, ingenua!
Lo cree.
Crees todo lo que te dice,
porque es \"su amor\".
Por eso creyó que los celos
eran prueba de su amor.
Por eso confundió posesión
con la devoción del verdadero amor.
Todo comenzó con un \"te amo\",
un \"lo siento\" bañado de hollín,
un \"no saldrás sin mí\"
disfrazado de protección,
un \"¿quién es él?\"
disfrazado de inseguridad.
Todo empezó tan sutil
que ella, ingenua, no lo notó...
No lo notó,
no hasta que fue muy tarde.
Cuando el verbo se volvió lanza
y marcó su rostro con un puño maldito...
Que marcó su piel,
que calló su voz
y enterró su alma
en una jaula donde el puño se volvió la ley.
Seguido de un \"lo siento, prometo no hacerlo de nuevo\".
¡Oh! Pero él lo hizo de nuevo.
Golpeó de nuevo.
Marcó de nuevo.
Rasgó de nuevo…
Asesinó su alma
en una tina de oscuridad.
Así que dime...
¿quién es más tonto?
¿El alma sedada...
o tú, que le llamas \"tonto\",
sin conocer sus fantasmas?