Un momento…
Un sentimiento…
La instancia del más lindo arquitecto del cuerpo.
Un corazón…
Una razón…
El que desemboca el fervor de la pasión.
Palabras bellas y palabras profundas son las que hoy abundan en mi poema.
El relato del dolor y el amor ante la pérdida del más bello esplendor del vivir.
La compañía que creaste y el amor que entregaste, me hicieron entender la mirada de tus ojos.
Tus luceros…
Los que se apagan con el tiempo, pero perduran en el recuerdo de mi existir.
Eres tú…
Eres tú…
Soy yo…
Somos nosotros…
Es el amor…
Es la conexión ante el vínculo que se crea con el pasar del tiempo sin siquiera cruzar una palabra, tan solo miradas.
Hoy te amo…
Hoy te abrazo…
Hoy…
Tan sólo hoy…
Es el momento menos esperado del cuerpo, más ansiado por el alma…
Hoy el espíritu se engulle en dolor y sufrimiento por el abrazo cálido del marchitar…
El abrazo del alma que te voy a entregar…
Abrazo del alma para quienes me acompañaron en este viaje y me entregaron tanto sin una sola palabra.
Gracias…
Infinitas gracias…
Hoy y siempre.
EEAR.