Las gotas de lluvia que en su rostro resbalan
disimulan las lágrimas que por él corren.
El viento que la acompaña en su soledad
lleva sus sollozos a donde el sol se pone.
Si al amor te has entregado con alma pura
¿Por qué me lloras pequeña?
¿Por qué no ríes?
Porque he traspasado el umbral de la locura
y ya sé lo que es amar
y que te olviden.