Son los amores
de adolescencia,
igual que primavera
que trae en sus fulgores
de amor la fluorescencia.
Sus resplandores
traen la esencia
que inunda nuestra vera
de bella incandescencia.
de mágicos colores.
En los albores
de la inocencia,
se vuelven la quimera
que despierta fervores
de tierna turbulencia.
Autor: Aníbal Rodríguez.