Pasaste lentamente,
como un leve suspiro,
con lo que yo mitigo
esta pasión que vuelve;
te grabaste en mi mente,
un tatuaje divino,
un amado capricho,
de un pecho que te quiere;
eres bella esperanza,
un luminoso sol
que me llena de vida;
eres dueña de mi alma,
un silencioso amor
que jamás se termina...