El sonido dorado del paisaje
que sacuden las hojas tan amadas
al resumir la vida en este viaje
nos abrazan en horas recordadas.
Suéñame con los duendes del otoño.
Pasa tu brazo en toda mi cintura
que volará en la brisa, mi retoño
en los aires tan frescos, la aventura.
Esta alfombra que cubre la vereda
también como pavesa convertimos
secretamente, bajo esa arboleda...
Seres de gran ternura es lo que fuimos.
Ayer, hoy y siempre va el Amor
Siempre. Hoy y ayer, perfume en una flor. -
Amalia Lateano
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