_La Flor mal cortada_
Te corté con la furia de un incendio,
cuando bastaba el roce de una llama.
Llegué como tormenta
cuando solo pedías rocío.
Quise abrir tu alma
con las manos llenas de acero,
cuando lo que necesitaba
era un pétalo entre los dedos.
Fui motosierra sedienta,
tú, una flor temblando en el estío.
Yo gritaba como trueno,
tú cantabas como brisa.
Quise arrancarte con violencia
y te perdí por no entender la calma.
Porque el amor no es conquista,
es entrega.
No se toma a golpes
lo que florece en silencio.
Y ahora ando,
cargando cuchillas
en un mundo de flores marchitas.
Es que no se usa una motosierra, para cortar una flor.