Freddy Kalvo

Sonetillo enigmático CXXVII

De negro estaba vestido

el día que lo encontraron

de negro, yo fui testigo,

los ojos míos miraron.

 

De negro y yo lo confirmo

cuando unas manos tomaron

aquello que al acertijo

sin lástima lo quemaron.

 

Y gritos daba en las llamas

dando un chispazo fuerte;

y al cuerpo, con la amenaza,

 

le dieron pena de muerte.

De negro, se hizo escarlata…

¡El fuego todo convierte!

 

Pensando usted se divierte,

por eso ahora pregunto:

¿Y qué piensa del asunto?