De negro estaba vestido
el día que lo encontraron
de negro, yo fui testigo,
los ojos míos miraron.
De negro y yo lo confirmo
cuando unas manos tomaron
aquello que al acertijo
sin lástima lo quemaron.
Y gritos daba en las llamas
dando un chispazo fuerte;
y al cuerpo, con la amenaza,
le dieron pena de muerte.
De negro, se hizo escarlata…
¡El fuego todo convierte!
Pensando usted se divierte,
por eso ahora pregunto:
¿Y qué piensa del asunto?