Gemel@

**~Novela Corta - Barrotes de Hierro~**

Novela Corta: Barrotes de Hierro      

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

Comenzada: 8 - 12 de abril de 2025…

Publicada: 12 de abril de 2025…

Terminada: 12 de abril de 2025…

Editada: 12 de abril de 2025…

Mi #10 novelas cortas en el año 2025…

Mi #213 novelas cortas en el año 2025…

7041 Palabras 10 Páginas


~ * ~Sinopsis:

~ * ~Roberto, Andrés y Eduardo se encuentran entre los barrotes de hierro, Roberto  por robo comercial, Andrés por robo domiciliario, y Eduardo por robo ¨carjacking¨ a una señora, los tres cuentan sus historias y planifican un complot al salir de la cárcel para robar a la autoridad quien los arrestó… 

 



Sucesos:



  1. Roberto comete un robo comercial y llega preso a la cárcel El Tigre Negro…
  2. Andrés comete un robo domiciliario y llega preso a la cárcel El Tigre Negro… 
  3. Eduardo comete un robo ¨carjacking¨ y llega preso a la cárcel El Tigre Negro…
  4. Los tres ladrones cuentan sus historias y como llegan a conocerse…
  5. Los tres ladrones creen que es injusto estar preso por un robo que ellos creen que les pertenecía a ellos…
  6. Los tres ladrones piensan y piensan en su vida maltrecha y entre los barrotes de hierro en la cárcel El Tigre Negro cada uno piensa en su supervivencia…
  7. Los tres ladrones observan su pasado y reflexionan que estar preso es injusto…
  8. Los tres ladrones ratifican sus actos y piensan que es injusto haberlos arrestado…
  9. Los tres ladrones realizan un complot al salir de la cárcel El Tigre Negro…
  10. Los tres ladrones en silencio como todo ladrón profesional con complot era robar a la autoridad que los encarceló creyendo que era injusto apresarlos en la cárcel…


El Tigre Negro es una cárcel donde los prisioneros son muy peligrosos. El Tigre Negro es una cárcel extremista de asesinos muy peligrosos. El Tigre Negro es la cárcel más temible de todos los presos cuando los presos adhieren fama cuando en el Tigre Negro se convierte la cárcel más temorosa por todos los carcelarios. El Tigre Negro es la única cárcel para todos los presos y a los delictivos que arrestan en el pueblo. En el Tigre Negro se desviste la forma de amar y de entregar toda la razón, pues, no hay sino una locura transcendental que ya no sabemos de dónde proviene. El Tigre Negro y el pueblo le teme a esa cárcel porque dicen que el que entra no sale vivo. Roberto es un hombre delgado, de ojos y cabellos como del color café. La vida de Roberto quedó como el tiempo, transcurriendo paso a paso y planeando lo peor en su vida y en su existencia: un robo comercial. Éste robo comercial le dejaría a Roberto una suma cuantiosa de dinero para poder vivir bien el resto de sus días. Roberto comete el peor de los crímenes delictivos en la historia de su propia vida. Roberto sabe una cosa y es que si la autoridad lo sorprende en el robo será inminentemente llevado a la prisión El Tigre Negro, la cárcel más temible de toda la historia del pueblo. Roberto pretende realizar un robo comercial para poder sostenerse con dinero robado siendo un ladrón profesional que sólo quiere y desea vivir y sustentarse de un robo comercial. La vida de Roberto siempre ha sido de ladrón a ladrón y de comercio en comercio y, aunque, la autoridad lo tenga en la mira, Roberto, siempre cae en lo más débil que es el robo comercial es lo que más perpetra. La vida de Roberto quedó mortalmente herida cuando un guardia lo mira desconfiado como si éste fuera un prófugo de los más buscados y pasa desapercibido por el comercio donde desea planear el más vil de los robos siendo un ladrón de robo comercial. El Tigre Negro lo espera con ansias, con gran apetito de querer a un ladrón que falla en la contienda en querer robar con éxito al comercio. La vida para Roberto es una insignificante vida, tiempo, y desdicha si se ve perpetrando, tramando y realizando un robo comercial para poder vivir de ese dinero robado siendo un ladrón profesional, pero, en el tiempo lo detiene, lo apresa, lo aprisiona y lo encarcela en la cárcel El Tigre Negro. Roberto planifica el robo, pero, no sabe ni sospecha que lo andan siguiendo será para hurtar lo que robó, para apresar o para arrestar. La vida de Roberto planifica indeleblemente un robo comercial, no se sabe si es una panadería, una joyería o una tienda de ropa, es un robo, de tal forma y de tal manera, cuando él tiene el lugar predestinado y vigilado para atacar y acometer el peor vil de los robos, el robo comercial. Roberto, sólo, y sin nadie de aliado ni cómplice va directo a cometer el robo y ¡zás! lo comete y le pide a la cajera todo el dinero que tenía en la caja. La cajera le otorga todo el dinero que había en la caja, pero, al salir del establecimiento con todo dinero guardado y robado lo detiene el policía del establecimiento comercial y lo arresta. Roberto es ingresado inmediatamente a la cárcel El Tigre Negro entregando todo dinero hurtado y quedó sin dinero para sostener su miserable vida. La vida de Roberto quedó a la intemperie, abandonado, tristemente abatido y encarcelado por tres meses de sentencia por haber cometido un robo comercial. Roberto llega a prisión, entrega todo lo que tenía en su poder. La autoridad ficha a Roberto con expediente en mano, le toman la huella dactilar a sus dedos y pies y logra encarcelar al más buscado por robo comercial en el área y en la zona. La vida de Roberto quedó claramente encarcelada, aprisionada, esposada y, más que eso, sin libertad alguna por haber perpetrado y tramado un robo comercial en una tienda donde el dinero va y viene por ganancia fructífera, pero, él, sin apenas, saber ni sospechar lo que cuesta obtener el dinero porque siempre ha robado y ha vivido del robo. Roberto con barrotes de hierro encarcela su vida, su alma y, más que eso, su propia libertad. 

Por otro lado, Andrés es un hombre gordo, capaz de robar lo que desea y está inclinado a ser un ladrón de robo domiciliario porque él no cree que en los hogares halla demasiada vigilancia de la autoridad siendo ésta la más vulnerable para cometer dicho acto delictivo con robo domiciliario. Andrés, un hombre robusto, camina y camina por el vecindario cerca de la zona industrial para cometer dicho acto más planificado de todos los robos domiciliarios. Andrés es un hombre robusto, por ende, no entra ni cabe por las ventanas de las residencias. Andrés es un hombre solitario y no tiene cómplice ni aliado a quién dejar de encargo el robo domiciliario, por ende, él mismo tiene que planificar, realizar y cometer el robo porque Andrés quiere vivir del robo igual que Roberto. Andrés es un hombre inteligente, fugaz, brillante, pero, el peor de los ladrones porque no entra por las ventanas sino que debe entrar por la puerta de entrada en la residencia. La vida de Andrés fue siempre imperfecta, pero, perfecta en robo domiciliario. La autoridad también lo tenía vigilado porque cuando él caminaba la autoridad también caminaba junto a él. Andrés sin saber ni tan siquiera sospechar que El Tigre Negro lo espera con mucho ímpetu, sosiego y tradición. Andrés, conlleva una dulce atracción por el robo domiciliario en las residencias de alta ejecución cuando las personas laboran y no se hallan dentro de sus propias residencias en la zona industrial donde Andrés vigila con vileza autónoma de creer que es el único ladrón en el área. Andrés sin tan siquiera sospechar que con la vileza que él vigila ya existe otro ladrón en la zona vigilando lo mismo que él en la zona industrial de residencias caras. El hombre robusto llamado Andrés vigila caminante, penitente y embriagante de un robo domiciliario a todas esas residencias que se hallan en solitario para cometer el peor de los crímenes delictivos: el robo domiciliario. El gordo Andrés no entra por las ventanas así que decide entrar por la puerta principal de la residencia, pero, es tan lento su proceder por ser gordo y robusto y, sin percatarse que en la residencia de enfrente había una persona que lo delata y la vileza vigilante llamado Andrés quedó al descubierto todo cuando al salir de la residencia por la puerta principal el hombre robusto fue arrestado por la autoridad desafiando su cometido en robar domiciliariamente. El gordo Andrés lo arrestan, lo apresan, es un prisionero de alto rendimiento y es inmediatamente ingresado también a la cárcel El Tigre Negro donde se hallan muchos prisioneros peligrosos. La vida del hombre robusto Andrés quedó por siempre al descubierto, delatado y encarcelado, sí, en la cárcel El Tigre Negro. El Tigre Negro con hocico grande ya lo esperaba con boca abierta para tragar a todo aquél que incurra en un delito delictivo como crimén por un robo domiciliario. El gordito Andrés llega a la cárcel, se desviste completamente para adquirir y ponerse el traje uniforme de preso de la cárcel El Tigre Negro. En El Tigre Negro se hallan los más buscados prófugos siendo prisioneros de su propio instinto cuando al cometer lo cometido la autoridad los aprisionó con todo derecho. El hombre robusto llamado Andrés quedó encarcelado, aprisionado y siendo un preso con huella dactilar, fichado y aprisionado entregó libertad y, más que eso, entregó todo lo que había robado anteriormente. El gordo Andrés sin tan siquiera imaginar que llegaría a El Tigre Negro, a la cárcel más temerosa de todo el pueblo siendo la única cárcel para todo crimén cometido en el mismo pueblo. El hombre robusto llamado Andrés llegó calmado siendo culpable y sentenciado a tres meses de cárcel por el delito cometido de un robo domiciliario que él mismo planificó y llevó a cabo todo su delito y se halla ahora mismo en la cárcel El Tigre Negro. 

Por otro lado, Eduardo es un joven rubio y de ojos color azul. Eduardo es un joven ¨good-looking¨ muy mozo y las muchachas en el vecindario se mueren todas por él. Eduardo, sólo, tiene una percepción en vida de cometer ¨carjacking¨. Eduardo es un mozuelo de una pandilla en el barrio y se cree que es el último titán de la película. La vida para Eduardo cree que la vida es insignificante, despreciable y miserable cuando automáticamente cree que la vida es floja, débil y muy indeleble. Eduardo tiene la mirada puesta en una señora vigilando cada paso, cada caminar, cada penitente vida de ésa señora en el barrio donde él pernocta. La vida para Eduardo es ser un ladrón que al acecho va formando a un prófugo de los más buscados en la zona y la autoridad también lo tiene en la mirilla porque es un ladrón ¨carjacking¨ cerca de la zona donde él reside. La vida a Eduardo le atormenta, lo persigue, lo mortifica y lo hiere pausadamente y pulso a pulso lo va llevando hacia un cruel destino fatal cuando Eduardo decide cometer el peor de los delitos cometidos: un ¨carjacking¨. La vida para Eduardo no es fácil, pues, el rumbo, la dirección y la rectitud que toma es equívoca, errónea y fatalmente inconsecuente porque, además, de ser un ladrón comete el peor de los crímenes que es robar en ¨carjacking¨. La vida de Eduardo le mortifica piadosamente a que cometa esa locura de robar ¨carjacking¨. El día es un día resplandeciente y lleno de un sol impetuoso, fabuloso y, tan majestuoso que nadie sospecharía en el barrio que Eduardo, el joven ¨good-looking¨  cometería un delito tan inconsciente, pero, tan verdadero como lo fue un robo ¨carjacking¨ a una señora vecina. La conciencia de Eduardo se electrifica por ser un joven de pandilla, sin educación, huérfano de padres, un pandillero, un energúmeno de la sociedad y una escoria humana, pero, la vida le enseña a Eduardo que reivindicar sólo lo podrá hacer apresando su libertad en la cárcel El Tigre Negro cuando en el cometido de aquél ¨carjacking¨ se vio aterrado cuando de frente aparece una patrulla de la policía tomando en serio que aquel cometido fue frustración cuando el individuo fue preso sin libertad alguna. Eduardo, el joven rubio de ojos de color azul fue aprisionado, encarcelado y más que eso privado de su propia libertad cuando en el percance todo quedó frustrado por la autoridad. Eduardo petrifica a su insistente corazón cuando en el ademán frío se convirtió en un ladrón y de los más buscados de la zona, pero, fue un prófugo menos cuando fue apresado, encarcelado y aprisionado en la cárcel El Tigre Negro. Eduardo llega a la cárcel El Tigre Negro por encomiendas de un acto delictivo que cometió naufragando en la escena tan vil y tan reprochable en caer preso. La vida de Eduardo comenzó en reivindicar su propia vida en la cárcel El Tigre Negro allí donde fue sentenciado a tres mese de cárcel dejando intacta su huella dactilar y su fichaje como uno de los prófugos ladrones de la historia del barrio donde él pernoctó. La vida de Eduardo comenzó a conocer a los demás presos de la cárcel El Tigre Negro si allí se halla Roberto, Andrés y, ahora Eduardo en la cárcel El Tigre Negro irrumpiendo en un solo destino, en un solo camino y en una sola cárcel apresando la vida, el alma, el poder y la incorrección de un robo tanto comercial, domiciliario y ¨carjacking¨ demostrando que la autoridad tiene poder y que la ley sentencia como tiene valor, aún. El poder de la autoridad fue apresar debidamente a éstos prófugos de la justicia sin justificación, sin precedente y siendo inminente su apresamiento en la cárcel llamada El Tigre Negro. La cárcel El Tigre Negro irrumpe en tres destinos, en tres caminos y en tres vidas sucumbiendo en un trance delictivo como cometido por éstos tres ladrones al acecho.

Las tres vidas, tres caminos diferentes, pero, iguales, y tres ladrones son Roberto, Andrés y Eduardo presos en la cárcel El Tigre Negro. Cada uno de los tres ladrones tiene su propia historia cuando se conocen en la prisión, aprisionados y encarcelados en el Tigre Negro. Los tres ladrones se encuentran presos y deciden contar sus historias diferentes en haber coincidido en la cárcel El Tigre Negro. Por su parte, Roberto, cuenta su gran historia cuando Andrés y Eduardo lo escuchan atentamente y detenidamente. Roberto comienza con su historia y la cuenta así: -¨Yo soy Roberto, el ladrón de robo comercialmente, el ladrón solitario de la zona más habilitada de todos los comercios y decidí robar en ese comercio porque vi que tenían mucho dinero en caja, pero, me era mejor en un comercio solitario, no lo había pensando ni imaginando que el guardia me estaba esperando a la salida de la tienda. Yo soy Roberto, el ladrón más adiestrado de todos los tiempos cuando en el suburbio autónomo me dediqué toda mi vida a robar al robo del comercio. Yo soy Roberto, el que transige en el momento y más en el trance delictivo de creer que el robo comercial lo es todo cuando los comercios tienen demasiado y uno poco, yo soy Roberto el que roba comercialmente, no soy un asesino sino un diestro ladrón y no se debe de tentar a Dios cuando muere cercado por dos ladrones, sino que el ladrón tiene su obra y es robar lo ajeno cuando el que tiene le será arrebatado y así soy yo Roberto el que roba comercialmente, ¿y ustedes quiénes son?¨-. Y comenzó a hablar Andrés: -¨Yo soy el robusto Andrés, el que no cabe por la ventana, pero, por las puertas sí. Yo soy Andrés el que ni una joya ni una prenda en oro puede mirar porque todo es para mí. Yo y el robo domiciliario es lo mío, vigilo con certeza, es una vileza autónoma, certera y vilmente efectiva, cuando en el ademán frío de mi propio instinto vigilo a las residencias solitarias y me meto por la puerta principal y todo porque la ventana no puedo, soy el gordo de la zona y me llamo Andrés, el que roba domiciliariamente a la gente pudiente, con joyas, con prendas y con piedras preciosas, ¿y usted quién es?¨-. Y comenzó a hablar Eduardo: -¨Yo soy Eduardo, el rubio de las chicas de ojos de color azul. Yo soy Eduardo el que comete el más terrible de los robos de la zona, el ¨carjacking¨. Yo soy Eduardo el rubio de las chicas de la zona, de la pandilla y del barrio más temible de la historia. Yo soy Eduardo el que roba ¨carjacking¨ en la zona más buscada, más horrorizada y más tenebrosa de todos los tiempos. Eduardo es el rubio de las chicas más lindas de mi barrio. Eduardo el que conlleva una dulce atracción por los automóviles, por las señoras bonitas y el que con temeroso porvenir encierra el deseo en cada robo de ¨carjacking¨ y soy el que más roba en la zona…¨-. Los tres ladrones se identificaron y contaron sus historias más efervescentes, más febriles, y más acertadas cuando en el camino, sólo tres caminos, tres vidas y tres historias diferentes se unen un sólo camino y es en la cárcel El Tigre Negro, sí, en la cárcel más temible de todo el pueblo. Los tres ladrones en el Tigre Negro confienzan sus delitos más delictivos y más efervescentes cuando el corazón no se arrepiente de sus fechorías. La vida converge en un trance imperfecto cuando las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones tenían prácticamente la misma vida: robar. Los tres ladrones edifican su tormento, su furia y la tempestad en un solo camino y es poder robar. Los tres ladrones se intensifica la plenitud, el sosiego constante y la vida a la intemperie y a la barbarie en poder siempre hurtar lo ajeno hasta que la autoridad sostenga el delito y los agarre ¨infraganti¨ y que estén presos por sentencia.

Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones aprisionados en la cárcel El Tigre Negro conversan de sus robos, los cuales, son justificados por ellos mismos. Los tres ladrones justifican sus robos expresando que eso les pertenecía por conveniencia natural y que les concierne como ladrones y que lo que ellos roban eran sus propias pertenencias y todo porque ellos dicen que tanto el comercio, las personas y los automóviles tiene demasiado dinero y que hay que compartirlo con ellos. La justificación de los tres ladrones es vaga, pero, efectiva para ellos mismos. La cárcel El Tigre Negro se debate una fuerza, una vida, una esperanza y la virtud por ser mejor cada día, pero, en la cárcel nadie es nadie y nadie tiene el derecho a atemorizar a otro, pero, cárcel es cárcel y sobrevive quién puede no quién quiere. La vida de los tres ladrones se dedican a hacer buenos hombres para bien, aunque, están mezclados tanto ladrones como asesinos porque es una sola cárcel en el pueblo. La vida de los tres ladrones se intensifica cuando confesaron cada uno sus crímenes y que los sentencian a tres meses de cárcel por el delito de robo. Los barrotes de hierro entrelazan las vidas de éstos tres ladrones cuando sus historias se diferencian como cada uno al cometer el delito de robar, pero, son similitud cuando el robo es robo por igual. La vida de éstos ladrones queda cruzada en tiempo y espacio, en prisión y en libertad, en horro y horror por quedar presos hasta tres meses de cárcel. La vida de éstos tres energúmenos florece en la cárcel queriendo barrer el tiempo de fracasos, de tiempo perdido y de lapsos en desilusiones por un robo cometido. Los tres ladrones justifican sus robos como si el robo le perteneciera a ellos en carne propia y no a la persona a quien le hurtan el robo. Las tres vidas, los tres caminos, y los tres ladrones intensifican el tormento de estar y permanecer en la cárcel durante tres meses consecutivos. Los tres ladrones justifican sus robos y sin ser ladrones sino unos ladrones artísticos, y tan profesionales que en cada rincón del alma se intensifica su manera en poder realizar el robo de su cometido. La vida atormenta en cada palabra de cada ladrón, y en cada suspiro del alma como si fuera un sólo mal tormento, pero, siendo lo más grande de todos los momentos. Los tres ladrones creen que es injusto estar preso por un robo que ellos creen que les pertenecía a ellos, cuando cada ladrón se intensifica el deseo, lo cleptómano, lo irreal y lo trascendental de continuar seguir robando en la vida y en su manera y forma de robar o hurtar. Las tres vidas, los tres caminos, y los tres ladrones creen que es injusto estar y permanecer presos en la cárcel El Tigre Negro. El Tigre Negro, sí, la cárcel de individuos prisioneros y de carcelarios aprisionados y encarcelados se debate en una sola percepción en poder realizar el más vil de los crueles momentos cuando se cree que el venidero instante se cuece de espantos seguidos cuando el hurtar o robar es la insistencia autónoma de seguir con la continua mala percepción de cada unos de los tres ladrones. Las tres vidas, los tres caminos, y los tres ladrones se aferran a la idea de creer que en el combate de robar es querer seguir y continuar la vida robando y hurtando lo ajeno. Roberto cree que es injusto, Andrés cree que es inhumano, y Eduardo que un infructuoso permanecer allí encarcelado, sí, en la cárcel El Tigre Negro. El Tigre Negro se debate en una sola osadía muerte de espantos cuando en el tiempo y más en el ocaso se entristecen los tres ladrones por no ver ni al sol, y permanecer entre los barrotes de hierro en la cárcel El Tigre Negro. Las tres vidas, los tres caminos, y los tres ladrones, se intensifican tanto y por tanto que la cárcel El Tigre Negro es injusto, inhumano e infructuoso para cada uno de los tres ladrones permanecer allí en la cárcel El Tigre Negro. 

Los tres ladrones piensan y piensan en su vida maltrecha y entre los barrotes de hierro en la cárcel El Tigre Negro cada uno piensa en su supervivencia. Tanto y por tanto Roberto, sí, el del robo comercial piensa cómo sobrevivir durante éstos tres meses de cárcel en la cárcel El Tigre Negro. Roberto piensa como un alto ejecutivo comercial de cómo proteger su mercancía o de cómo porteger su dinero obtenido y piensa cómo sobrevivir en la cárcel y expresa a todos los bandidos que no lo conocen en la cárcel El Tigre Negro, -¨soy muy rico puedo darles lo que quieran…¨-, Andrés lo mira y le dice, -¨oye, amigo no se ofrece lo que no se tiene…¨-, Y Roberto le dice… -¨ves, que los espanté…¨-. Eduardo que es tan ambicioso y ávido con el dinero le expresa que… -¨oye, Roberto, te robé todo lo que ofreciste y no me mires así…¨-. Las tres vidas, los tres caminos, y los tres ladrones sobreviven en la cárcel El Tigre Negro porque los vieron tan zánganos, estúpidos, lerdos y tontos que los dejan en paz en la cárcel. La cárcel El Tigre Negro no es una cárcel fácil en sobrevivir, pero, a éstos tres ladrones les gusta el relajo y más la cosa se puso seria cuando pudieron escapar de esos malhechores prisioneros. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones, se identifican como el tormento, como el miedo, como el temor y el horror de ser embestidos por ellos por robar o hurtar lo que ellos creen que les pertenece y que es injusto estar en una cárcel y más en el Tigre Negro después de dar casi la vida en sus intentos fallidos de robo. Los tres ladrones se identifican como Roberto, el del robo comercial, Andrés el del robo domiciliario, y Eduardo el del robo ¨carjacking¨. La vida es casi imperceptible cuando ocurre lo que demuestra a seguir y a continuar la vida misma. Cada uno de los tres ladrones se disponen en cada marcharse a sus resèctivas celdas y cada uno piensa y piensa en cómo sobrevivir en esa prisión antes de que lleguen los tres meses para salir de la prisión El Tigre Negro. Mientras que Roberto, se dice que piensa como todo comerciante y Andrés piensa como toda dama de casa, y Eduardo piensa como aquella señora a quien le hurtó el automóvil en pleno barrio. Cada uno de los tres ladrones se disponen entre los barrotes de hierro hacer una supervivencia autónoma en esa cárcel o prisión, por la cual, se llama El Tigre Negro. Cada uno de los tres ladrones se cuidan cada uno a sus espaldas, pero, no saben que tenían que convivir allí mismo durante tres meses consecutivos que era la pena impuesta y la sentencia dada por robo comercial, por robo domiciliario, y por robo ¨carjacking¨. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se ven en la encrucijada en sobrevivir y en saber que el destino unió a los tres ladrones, pero, en un sólo destino en la cárcel El Tigre Negro. Mientras que uno piensa que ha sido injusto, inhumano e infructuoso todo lo que le has sucedido en pleno destino, sí, en la cárcel más temerosa de todos los tiempos en el Tigre Negro. Cada uno de los tres ladrones piensa y discute con los otros dos ladrones que ha sido injusto su encarcelamiento y que lo que hurtaron les pertenece a ellos nada más y nada menos que por fatigar su corazón en la espera de haber hurtado lo que supuestamente les pertenece. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se enfrascan en una sola idea en poder sobrevivir en la cárcel El Tigre Negro. A uno de los ladrones le brilló la idea en la testa y la idea fue que ellos roban cuando pueden ser muy amigos si ellos pueden hacer lo mismo. La idea brilló entre los tres ladrones tontos, pero, solamente fue una idea para poder sobrevivir en la cárcel El Tigre Negro. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se compenetran y duermen hasta el otro día cada uno en sus celdas respectivamente. Los barrotes de hierro no interceptan entre las almas de los tres ladrones, dicen que son ladrones y punto.                        

Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se compenetran e igualan sus pensamientos por pensar que es injusto estar preso y hablan de sus vidas maltrechas. Roberto piensa que es injusto estar preso cuando robó un robo comercial y dice que eso le pertenecía a él por naturaleza y que el comercio tiene mucho dinero como para no compartir con el ladrón.Roberto dice que no es que sea ladrón sino que es injusto estar preso cuando se toma lo que es de uno. Mientras, que Andrés, un ladrón de robo domiciliario dice que es inhumano estar preso cuando el robo domiciliario, las joyas, las prendas y las piedras preciosas le pertenecen al mundo y, por ende, le pertenecen a él, también porque él pertenece al mundo. Mientras, que Eduardo que fue infructuoso un robo ¨carjacking¨ a una señora vecina del barrio y que ese auto le pudo haber pertenecido a cualquiera hasta a él que es un ladrón de automóviles. La vida injusta, inhumana, e infructuosa se debate en una cárcel, en una prisión de alto rendimiento y de alto peligrosidad, se mezcla entre asesinos y ladrones la vida y la esencia misma y la perdición de una vida autónoma que pudo haber sido eficiente en la vida. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se sienten injustamente aprisionados, encarcelados y sin libertad en una cárcel donde el miedo y el temor reinan. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones quedan encarcelados por tres meses consecutivos y sólo pensando que fue injusto, inhumano e infructuoso lo que ésos tres ladrones acometieron. Los tres ladrones se miran mutuamente entre los barrotes de hierro interponiendo que la luz del sol se cuele entre los barrotes de hierro. Los barrotes de hierro abarrotan los pensamientos, las ideas y los sentimientos de cada preso entre aquellas celdas de barrotes de hierro y que pertenecen a la cárcel El Tigre Negro. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se sienten como tres adolescentes cometiendo el mismo error de robar, robar y robar. Los tres ladrones y sus corazones no se arrepienten en nada cuando la vida intercepta en rendir cuentas, es en la cárcel y entre los barrotes de hierro en la prisión El Tigre Negro. La única verdad en el corazón de los tres ladrones es que la fuerza y la voluntad y sin arrepentimiento alguno se enfrasca la idea en querer ser un ladrón de renombre cuando la vida y el temor se encienden entre barrotes de hierro en la cárcel El Tigre Negro. En el Tigre Negro se enfrasca la idea más conveniente de creer que esos tres ladrones no son tan eficaces en su cometido en hurtar cada uno en lo que demuestra en ser un robo comercial, un robo domicialirio, y un robo de ¨carjacking¨. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se enfrascan en un tormento en cómo es la salida de la prisión siendo ésta injusta, inhumana e infructuosa, sí, los tres ladrones como ellos mismos. Los tres ladrones se dicen qué harán de sus vidas cuando salgan de la prisión. Roberto dice que -¨robar comercialmente¨-. Andrés dice que -¨robar domiciliariamente¨-, y Eduardo les expresa que -¨robar carjacking¨-. Los tres presos, las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se debaten en una ira sorpresiva cuando no saben qué hacer con sus propias vidas cuando salgan de la prisión El Tigre Negro. La vida es incierta, la vida es temerosa y pavorosa cuando no se sabe a ciencia cierta y el destino que tomará la vida y más para estos tres ladrones que pasan tres meses encarcelados, aprisionados y sin libertad. Los tres prisioneros siempre expresan que fue injusto, inhumano e infructuoso haber sido presos por robo y por hurtar lo ajeno.

Los tres presos, las tres vidas, los tres caminos, los tres ladrones y los tres prisioneros ratifican sus actos como un acto impermisible, inadecuado e impropio, por fin, les llegó la razón a cada uno de los ladrones en la cárcel El Tigre Negro. La vida de éstos tres ladrones, sólo, desea ver y sentir que están presos por la vida misma, que no era ni injusto, ni inhumano, ni infructuoso lo que se hurtó por costumbre. Los tres ladrones, los tres prisioneros, y las tres vidas tienen el único significado en hurtar lo que es de otro, siempre hurtando lo ajeno. Los tres prisioneros se debaten en sus pensamientos que no era tan injusto, inhumano ni infructuoso estar preso por haber hurtado lo ajeno. La autoridad no se equivoca sino que pretende reivindicar con resiliencia la vida humana, la vida delictiva y la vida inhumana. La autoridad encarceló a éstos tres hombres siendo encontrados culpables de sus respectivos robos y que por consiguiente tenían que pagar una pena de tres meses de cárcel buscando que sus actos reivindiquen y que se rehabiliten éstos tres prisioneros y ladrones en la cárcel El Tigre Negro, pero, ellos se dicen cada uno que -¨¿cómo reivindicar una vida aquí en la cárcel El Tigre Negro sino se puede sobrevivir?¨-. La vida es tormentosa,  pavorosa y temerosa cuando, al fin y al cabo, se ama a conciencia lo que uno puede hacer que es robar, robar y robar. La vida para éstos tres prisioneros no fue fácil en la cárcel El Tigre Negro ya que en la prisión están todos mezclados, tanto, asesinos como ladrones y era sólo una cárcel en el pueblo. Los tres ladrones hurtan lo ajeno, pero, no son asesinos, o sea, que su temple, su personalidad y sentimientos no van más allá de pensar en robar. Los tres prisioneros ratifican sus actos como justo, humano y fructífero como cada uno expresa en su pensar que fue un delito inconsciente, pero, muy verdadero. La vida para éstos tres prisioneros no fue fácil en la cárcel, cuando sobreviven gracias a la mentalidad de hurto y de querer ofrecer lo que no tienen entre sus manos para poder sobrevivir en la cárcel El Tigre Negro. la reivindicación en resiliencia con la autoridad no les da abastos a éstos tres prisioneros como ladrones que son en la cárcel porque ellos creen que el hurto les pertenece a ellos y que son siempre fielmente inocentes y que fue injusto, inhumano e infructuoso haber arrestado a ésos tres delincuentes y que ahora son prisioneros en la cárcel. El Tigre Negro se debate una sonrisa seca, una lágrima con dolor y una penitencia indeleble por temor a no sobrevivir en la cárcel. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones aprisionan la vida, el amor, el corazón y, más, el alma enfrascando una sola idea por estar presos inconscientemente, exactamente con razón y, todo porque la autoridad no se equivoca. La vida de éstos tres ladrones no se reivindica jamás sino que al salir de la cárcel ellos deciden seguir con sus fechorías de hurto, de robo comercial, robo domiciliario y robo ¨carjacking¨. Los actos de éstos tres delincuentes son perseguidos maliciosamente por la autoridad, la cual, se aferra en reivindicar y en rehabilitar la vida de éstos tres ladrones en la cárcel El Tigre Negro, pero, El Tigre Negro con hocico grande se traga la vida en un apetito voraz por permanecer mezclados, tanto, asesinos como ladrones dentro de la misma cárcel. La vida de éstos tres ladrones se convierten fríamente en continuar la vida como los tres ladrones de la cárcel El Tigre Negro. Los actos de éstos tres prisioneros se debaten sin rehabilitar sus vidas como tres tristes ladrones de la vida misma. La vida acecha, perfora y hiere más en el alma cuando no se ratifica justamente a tiempo y antes de cometer el delito porque la vida encarcela y aprisiona a todo aquél que a la autoridad no obedezca.

Las tres vidas, los tres caminos, los tres ladrones y los tres prisioneros les queda un mes de cárcel, cumplir sentencia y salir libremente de El Tigre Negro. Los tres prisioneros en esos días al salir libremente de la cárcel realizan un complot y ese complot se llamaba ¨robar a la autoridad¨ y, todo porque ésos tres ladrones son tan astutos que dicen que se supone que sean indemnizados de su condena. La vida para éstos tres prisioneros converge en un trance delictivo por un delito acometido, por un robo comercial, un robo domiciliario y un robo a ¨carjacking¨ que, tanto, Roberto, Andrés y Eduardo expresan que fue injusto, inhumano e infructuoso el haber sido condenados a tres meses de prisión en la cárcel El Tigre Negro. El Tigre Negro con hocico grande se traga con apetito voraz a todo aquél que delinque y no obedezca a la autoridad en señal de buena conducta en civilización. El complot de éstos tres delincuentes se debe a que ellos siempre han creído que su arresto a la cárcel El Tigre Negro fue injusto, inhumano e infructuoso y que merecen una indemnización por un arresto, el cual, ellos hurtan lo ajeno siempre pensando que lo que hurtan les pertenece a ellos. Los tres ladrones tienen un pensamiento vago, irreal, conmísero, inconsecuente y devastador para la vida humana cuando ellos creen que lo que hurtan les pertenece a ellos. El complot que realizan los tres ladrones antes de salir de la prisión es robar a la autoridad lo que ellos creen que les pertenece por consiguiente y es una indemnización por haber estado presos. El complot se debate en robar a la autoridad lo que ellos creen que les pertenece y sin razón de ser. Los tres prisioneros realizan el complot de robar a la autoridad tanto Roberto, Andrés y Eduardo. Roberto, Andrés y Eduardo realizan el complot, uno de los tres, Roberto, entretiene al guardia de seguridad, Andrés vigilia con vileza y Eduardo comete el robo a la autoridad. ¿Cómo robarán los tres prisioneros a la autoridad?, ellos, nada más, saben lo que es robar, por ende, ellos saben robar y hurtar lo que no les pertenece, o sea, lo ajeno. Mientras, que los tres ladrones, los tres caminos y las tres vidas salen de prisión traman y perpetran lo más vil: un robo a la autoridad. El complot entre los tres ladrones prisioneros es una idea malversada, loca, impetuosa e irreal porque a la autoridad nadie debe de hacer una locura como éste complot entre tres ladrones que creen que lo que decomisó y confisca la autoridad les pertenece a ellos, también. La vida de éstos tres ladrones se intensifica en constatar que el hurto y el robo es real en la vida de ellos. Tanto, Roberto como Andrés y Eduardo son tres ladrones que se conocen en la cárcel El Tigre Negro, por ende, es más grande el acto de robar o hurtar lo ajeno cuando creen que la vida sólo es obtener lo que ellos creen que les pertenece. Roberto, Andrés y Eduardo traman el complot que al salir de la prisión robarán a la autoridad todo lo que tengan, todo lo que decomisan y todo lo que confiscan les pertenece a los tres ladrones por haber estado preso esos tres meses en prisión en El Tigre Negro. El Tigre Negro los espera con hocico grande, con inmensa sabiduría y con inmenso poder de atrapar a todo malhechor, a todo que delinque y que sea culpable de un delito. El Tigre Negro es la peor de las cárceles, el que entra no sale vivo, pero, éstos tres ladrones sí salen vivos, planeando un terrible complot entre los tres prisioneros para poder robar a la autoridad. 

El día transcurre durante el mes de mayo como un día cualquiera y salen los tres ladrones y prisioneros de la cárcel El Tigre Negro. Los tres ladrones sobreviven a la intemperie y barbarie que posee la cárcel por haber permanecido en prisión. Los tres prisioneros siendo ladrones van directo a realizar el complot planeado sin nadie percatarse de la mala idea como complot en robar a la autoridad. El complot de los tres ladrones va viento en popa y es la indemnización que ellos creen que les pertenece. La vida no aprende, no caduca, no expira cuando, de repente, los tres ladrones yacen en una pobre choza tramando y perpetrando el complot que vienen realizando desde la cárcel El Tigre Negro. Roberto entretiene al guardia de seguridad mientras, que Andrés vigila con vileza a todo su alrededor y Eduardo comete el peor de los pecados que es robar a la autoridad. Los tres ladrones que con gran astucia y vileza concentran sus actos en poder robar y hurtar lo ajeno, se compenetran para cometer el peor de los actos que es robar a la autoridad. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones creen que ha sido injusto haber apresado sus vidas en una cárcel tan temible como lo es El Tigre Negro. La vida comienza, la vida no termina sino que prosigue en el comienzo de creer que el robo o el hurto le pertenece a ellos en manos propias sin tan siquiera pensar que es un error pensativo de sus propios pensamientos. La vida de éstos tres hombres se cree que el tiempo y la cárcel no tienen límite ni prosigue en permanecer en ella. El complot para éstos tres ladrones es que no se debe tentar la vida, el tiempo ni el hurto cuando se demuestra todo lo contrario que, tal vez, tengan razón los tres ladrones que, ahora, están en libertad, por ende, que todo les pertenece a ellos. Tanto Roberto como Andrés y Eduardo realizan el robo sin mano armada sino que con su astucia y vileza demostrando que son tres ladrones profesionales y que lo que hurtan les pertenece a ellos por naturaleza y sin saber que la autoridad los persigue y los manipula. Los tres ladrones no creen que regresarán a la cárcel El Tigre Negro. Los tres ladrones, tanto, Roberto, Andrés y Eduardo creen que sus vidas siempre serán hurtar lo ajeno cuando el tiempo, quizás, no les ofrezca la razón. Los tres ladrones intensifican su hurto, justifican su robo expresando que ese hurto les pertenece a ellos en calidad natural. Y, aunque no es así la vida les enseña que hurtar se paga con cárcel y, la cárcel es El Tigre Negro. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones quedan intactos, grabados y, más que eso, con las manos llenas de hurto, el cual, les pertenece. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones se intensifican todavía más por haber robado a la autoridad lo que no les pertenece a ellos que es decomisar y confiscar mercancía ilegal de la autoridad. La vida de éstos tres hombres ladrones es una interminable barbarie que se intensifica cuando hurtan el robo a la autoridad. Los tres ladrones creen que es un robo impoluto, limpio de corazón y sin mancha ni huella intacta, hurtan el robo a la autoridad. La autoridad se percata del robo sin mano armada sino que son tres estúpidos ladrones, los cuales, se aferran a la idea de que lo que ellos hurtan de lo ajeno les pertenece a conciencia desafiando autoridad, vida humana y conciencia colectiva. La vida de éstos tres ladrones queda arraigada, adherida, respectivamente, a la cárcel El Tigre Negro cuando la autoridad se percata del hurto sin mano armada. La autoridad los atrapa queriendo demostrar que la autoridad se respeta. Las tres vidas, los tres caminos y los tres ladrones quedan arraigados a la cárcel El Tigre Negro. La vida sentencia a los tres ladrones a cinco meses de cárcel cuando perpetran el peor robo de los robos y que a la autoridad. Los tres ladrones llegan nuevamente a la cárcel El Tigre Negro. El Tigre Negro con hocico grande y apetito voraz los atrapa nuevamente, pero, sin saber nada de la vida ni aprenden ni confian nuevamente en la vida, tanto, Roberto como Andrés y Eduardo se hallan nuevamente entre los barrotes de hierro. La vida de éstos tres hombres se convierte en intransigente momento cuando roban a la autoridad decomiso, confiscación y material ilegal. Los tres ladrones creyendo que todo lo que hurtan les pertenece regresan nuevamente a la cárcel El Tigre Negro y entre barrotes de hierro el hurto sin mano armada con la sola estupidez en su cabeza que todo lo que hurtan de lo ajeno les pertenece. Tanto, Roberto como Andrés y Eduardo se hallan nuevamente entre barrotes de hierro en la cárcel El Tigre Negro y, ésta vez, su modo de supervivencia no será igual cuando el tiempo dicta voraz y atroz presentimiento de que los prisioneros no son lo mismo que antes sino que son asesinos más peligrosos que los anteriores. La vida de éstos tres hombres ladrones comienza a despilfarrar odio, dureza, penitencia y un corazón sin latidos atrapando y amarrando la vileza y el robo sin mano armada por Roberto, Andrés y Eduardo cuando se petrifica el calor en frío cuando la cárcel los atrapa nuevamente, sí, la cárcel El Tigre Negro. La vida para éstos tres hombres le demuestra que hurtar lo ajeno es permanecer en la cárcel El Tigre Negro y entre barrotes de hierro se atrapa la vida, el alma y, más que todo la libertad.   



FIN