Pirretráctico

Sin retorno

Fui despiadado como quien entiende
que no hay sino ya un gránulo de gleba,
que se aplica metódico y nos prueba
que la perla de ausencias se desprende.

No quiero ser mezquino. Yo batallo
por ser más que calcita de molusco.
Quisiera que el retiro en que me hallo
me deje el corazón cual un pedrusco.

He sido fuerte. Ya no más. No puedo.
En verdad soy una mácula asquerosa
que apilase en su claustro, caprichosa,

que divaga en su légamo, allí quedo.
Si siento que se zurcen nuestros brazos
tal vez es porque mueren mis ocasos.