Siempre espero el momento de tu regreso,
ya queda muy poco tiempo,
pues la noche avanza con su frío y su viento,
y mi cuerpo no está junto al tuyo...
Así voy cumpliendo el horario,
abriendo los ojos y observando el camino de tu retorno,
para verte amiga mía, en tu cuerpo imaginario,
en mi libro no terminado...
¿Podrá el tiempo darme más tiempo?
Quizás sea una estrategia de mi pensamiento a lo absurdo,
al intento de poder estar contigo,
aunque sea en desconcierto y decirte lo que siento...
Y en estos versos no te tengo,
porque te escondes de mi, como una estrella que no da tiempo,
y es que te necesito en cada momento,
porque has de saber, que en mi mente cabe todo tu universo...