No he sido honesta conmigo misma
¿Será acaso que esa distorsión inexacta sobre el por mañana me garantiza un hoy lleno de placeres precisos?
Caminar entre siluetas que ha dejado el otro entre esas plantas estorbonas sobre la banqueta.
Los sonidos de los cubiertos en casas ajenas a eso de las tres de la tarde.
Atinar una bola en el billar de pura chiripa.
La paloma que te acompaña en tus exhalaciones en la plaza.
Amanecer con el calor sobre el cuerpo de la mano ajena.
Desisto y me convenzo,
contengo una memoria difusa que se aferra a los detalles para no desaparecer;
Aunque me he sentido lejos,
como si me recordara a mí misma que me he olvidado.
Y revivo todo aquello que nadie sabe que muere,
Ato pedazos que se han escapado
¿Quién soy yo para decirme quién debo de ser?
Quizás solo deba dejar de pensarlo tanto y dejar morir
esta paradoja concluida.