Por más que soplen los vientos
y arrastren las hojas secas
mi amor y mis sentimientos
serán como brisas frescas.
Por más que los pensamientos
se queden como en reserva
mis ojos con sus portentos
verán siempre cosas buenas.
Y si eso se acaba un día
será porque ya no existo;
y entonces, amada mía,
recuerda que prometimos
vencer cualquier agonía
que frene nuestro destino...