En el lejano infinito
donde la vista no alcanza,
guardo un sueño, una esperanza
que en la distancia es un mito.
No me resigno a morir,
no creo en mi cruel destino,
pues creo en alguien divino
que me dejará vivir.
Dejaré al tiempo pasar
en ese onirico estado,
sin detenerme a pensar
que aquello que he imaginado
no lo quisiera ignorar,
aún estando equivocado.
Classman