Los acusadores seriales
reunidos
se miraron con sorpresa,
bajaron los tentáculos,
cargados,
llenos de basura pedregosa.
¿Quién está sin culpas
para liberar la primera piedra?
Los apedreadores,
compulsivos,
sintieron el peso de las palabras
y las manos derritiéndose.
El la tomó por los hombros
y se fueron caminando,
lento,
mientras les repartían abrazos
y besos
y caricias
y amores.
R.E.F. SOBRAS INCOMPLETAS (Animal Salvaje)©