alicia perez hernandez

CONTIGO TUVE UN SUEÑO INOCENTE...

CONTIGO TUVE UN SUEÑO INOCENTE...

 

Guardo en mi memoria aquel... “DESEO INOCENTE”

Que tuve contigo y recuerdo con claridad la primera vez,

que me saludaste y recuerdo tus piropos y eso me excitó, yo falta de

amor, me ilusioné contigo ese mismo día ¡fue tanta mi emoción!

Qué a la primera noche te soñé ¡Fíjate tú, cómo fue! a la

orilla del mar, yo con vestido blanco, porque según mi sueño

nos acabamos de casar y, estábamos gozando de luna de miel,  

tú vestías, un traje negro ¡Tan guapo qué te veías!

Tu fina figura y tu elegancia... Yo con mi..DESEO INOCENTE,

¡Te deseaba tanto y con tanta pasión! ...En mi piel húmeda te sentí,

Recuerdo que me fui sobre ti para besarte y sentir el roce

de tu piel en la mía, recuerdo cómo mi vestido era arrastrado  

por la arena, tus manos lo fueron deslizando suavemente,

hasta verlo caer y fue el momento más sublime de toda mi vida.

tu cuerpo se fundió en el mío, igual que la arena se funde en el mar.

eramos tu y yo amándonos, las estrellas brillaban más que ningún

otro día, el cielo azul era más azul, se reflejaba tus ojos en mis ojos.

y sentí tu cuerpo hundirse suavemente en la arena y el mío sobre el tuyo

flotaban los cuerpos uno sobre el otro, yo disfrutaba del olor de tu piel

de agua de mar, sal y arena, tu sudor se juntó con el mío y bajaba por 

entre mis piernas, mis senos gozaban de los placeres de su boca,

mi espalda abrazada por la brisa sintió los espasmos que de tu cuerpo

sobre el mío, disfrutando los cuerpos un rico orgasmo juntos.

\'UN SUEÑO INOCENTE\' del saludo de un amigo que luego lo hice mío.

Esa noche fue solo para mí sola la orillas del mar ¡Amándonos!

Me gustaría soñarte una vez más porque ¡Allí, no eras mi amigo!

Pasaste de amigo a ser un amante perfecto, esa noche te hice mío, 

y sigues siendo muy mío, de nadie más, solo mio serás eternamente.

 

Alicia Pérez Hernández...México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.

AMOR... Pablo Neruda