Justicia
Lo mío fue un acto de justicia,
muchas lunas sin tus labios.
Sólo claros recuerdos de tus ojos
y escasas promesas de encuentros.
Así, la esperanza aguardó por años,
largos años de espera...
Para que hasta hoy, se luciera la justicia,
que sin medida se puso a mano.
Justo con las ganas de ti
y el deseo de morder tus palabras,
devorando tu silencio,
convertido en un inesperado
ósculo robado... y dado.
¡Justo fue...!