EDGARDO

Homenaje de amor eterno

En el amanecer de cada día,
anhelo despertar a tu lado,
con el sol que ilumina nuestra vida,
y el calor de tu amor que nos abraza.

Quiero que la noche nos sorprenda
con su manto de estrellas brillantes,
y en su silencio, escuchar tu voz,
que es música para mi alma, dulce y constante.

Juntos, tomemos café caliente,
y compartamos las alegrías y tristezas,
en cada momento, en cada suspiro,
queremos estar juntos, sin temores ni pesares.

En la salud y en la enfermedad,
prometo estar a tu lado,
con la misma pasión y el mismo amor,
que nos une desde el principio, sin fallar.

Me has dicho que no te pida que me digas
cuánto me amas, porque las palabras
no pueden expresar todo lo que siente
tu corazón y cada fibra de tu ser.

Es verdad, amada Dunia,
tus hechos me han demostrado cuánto me amas,
en tus besos y caricias he podido comprender
lo mucho que me amas, en tu pasión puedo saber
que tú eres mi mujer, mi esposa, mi todo.

Gracias por todo lo que me das,
gracias dulce niña, gracias mi mujer amada,
por cada momento que compartimos,
por cada sonrisa que me regalas, cada día.

Quiero amarte hasta la eternidad,
y que cada día sea un nuevo comienzo,
para explorar, para soñar, para vivir,
juntos, sin fin, sin límites, sin temores.