No entiendo el por qué…
ni el cómo,
pero pasó.
Así como pasa el viento,
como vuelan los pájaros.
No entiendo cómo me enamoré de vos,
ni cómo no te das cuenta
de lo que gritan mis pupilas
cada vez que te miro.
Me sorprende que no veas
la forma en que te hablo,
te abrazo,
te cuido…
que no escuches lo fuerte que late mi silencio
cuando estás cerca.
Me gustás.
Me gustás como me gusta la comida de mi abuela,
como esa canción que nunca me canso de escuchar.
Me gustás demasiado.
Cada vez que te veo,
se me dibuja una sonrisa.
Tu risa alumbra mis días,
y esa forma tuya de correr hacia mí
con los ojos brillando,
me desarma.
Amo cómo caminás,
cómo pensás,
hasta tus gestos cuando te enojás.
Y acá estoy yo,
un enamorado más,
callando todo esto
que no me atrevo a decirte.