jtaltuve

En el Jardín de las Miradas

 

Tras la cerca del instante,
un alma y su eco cercano,
buscaban vuelos, no nidos vacíos.

Un colibrí, danza febril de néctar,
besando el aire junto a su flor,
desató un suspiro ligero:
\"¡Oh, el amor en su vuelo más dulce!\".

Más allá, el águila solitaria,
plumas de sombra y altura distante,
en su risco de silencio profundo,
dibujó en el viento un \"¡Qué frío!\"
.
La mano curiosa, tentada a la prueba,
lanzó una migaja de duda,
despertando el instinto protector,
el picotazo, defensa de su cielo.
El águila, corazón de ventisca,
guardó el nido de su compañera.

De vuelta al gorrión y su algarabía,
la semilla, anzuelo de egoísmo,
desnudó la huida, el trino silenciado,
la pareja olvidada en la rama del miedo.

\"No te engañe el plumaje llamativo,\"
murmuró el alma, la ironía en la brisa,
\"hay amores de canto fácil, huecos por dentro,
y vuelos callados que trazan lealtad.\"

Hoy, el cielo urbano se llena de gorriones,
pirotecnia de afecto sin raíz,
mientras la nobleza del águila se oculta,
alas firmes, amor sin disfraz.

JTA.