elisain maldonado

De prisa con pasos lentos

Voy de prisa con pasos lentos

Voy de prisa… pero con pasos lentos.
Como quien lleva en el alma una urgencia callada y en los pies, el peso del tiempo vivido.


Mi amigo, el camino, es buen conversador.
No habla con palabras, sino con silencios, con brisas que rozan el rostro y con piedras que me invitan a detenerme.


Él, con su amable sabiduría, me muestra paisajes que no están en los mapas,
rincones de luz que solo se revelan a quienes caminan con los ojos del alma abiertos.


A veces me me mira con el viento, otras veces me canta con el canto de los pájaros.
Y mientras ando, pienso en los míos, en sus rostros, en sus voces que me esperan al final de la jornada.


Hay una nostalgia dulce que me acompaña.
Una certeza serena de que cada paso, por más lento que parezca, me acerca a donde quiero estar.


No es la prisa lo que guía mis pasos,
sino el amor que me empuja desde dentro,
y la esperanza que me espera al otro lado del horizonte.