No fui yo, fue ese beso que no puedo olvidar, el que me diste en mi peor momento y me hizo estar en el mejor como si de un poder se tratase.
No fui yo fue ese beso, el dulce, el de película, el lento, el que no se da, en el que ocupas tu mano para quitar el cabello de su frente y te ve con unos ojos tan grandes que quisieras parar el tiempo, colocarlo por detrás de su oído, su cabello, y dejar la mano en su cuello, obteniendo un control total
No fui yo, fue ese beso el que me devolvió el sueño, las ganas, de levantarme en la mañana, caminar tanto y pasar tanto solo por otro de tus besos, el que te deja imaginando, a los que te vuelves adicto, los que son especiales y tu tarde se resume en recordar, el beso, pasar el dedo entre tus labios como si aún pudieras sentirlo, sentirla, su boca, sus labios, tu beso, esos especiales que merecen un poema
No fui yo, fue tu beso, el que diste con trampa, de sorpresa, el que acabaste con una sonrisa coqueta, sin despegar tu boca de la mía entregándome tu respiración como agitada, no fue mi culpa, fue tuya, de tu beso.