Tu dolor lo entiendo y esa rabia la conozco
¿Cómo puede ser que ya no distinga tu rostro?
Mi ternura, toda ella, solo tú la has conocido
La misma que me has enseñado, la que de ti he aprendido
Entonces, dime, ¿Qué ha pasado? No me digas lo que sé
Ya sé que todo ha cambiado y que de justo es lo contrario
Si pudieras darte cuenta, incluso yo no lo querría
Si pudieras... Esas manos no me harían esta herida